lunes, 4 de enero de 2010

Mi primer blog, mi primera entrada.

La primera víctima de violencia de género se ha producido ya en España. Una mujer más ha dejado su nombre a la posteridad, no como investigadora( que en España eso sería un logro) sino por haber fallecido a manos de su pareja sentimental. Dicho sea de paso lo de sentimental deja de tener un significado claro y se convierte en algo turbio y terrorifico.

Algun@s pensarán que este blog pretende ensalzar la figura de la mujer sobre la del hombre, que la mujer no tiene porque aguantar que se le levante la mano, que la esposa no es un perro que deba obedecer a su amo pero... de eso ya se encargan los institutos de la mujer y demás organismos que a tal efecto han creado las administraciones publicas y que realizan su función a contracorriente de una sociedad que le cuesta cambiar tanto a hombres como a mujeres. En este caso voy a romper una lanza a favor de aquell@s que una vez que levantaron su mano contra su pareja( si llegó a darse el caso) se dieron cuenta que dieron un paso atrás en su evolución como personas. Se puede llegar a decir que las personas que han maltrado han perdido la dignidad, la humanidad... y creo que esa es una afirmación cruel e irracional.

Antes de que alguna persona pueda sentirse ofendida porque piensa que voy a defender a aquellas personas que maltratan o, lo que es peor, que voy buscar justificación a lo que hicieron en su día, que lean un poco más por el simple hecho de abrir un poco la mente y ver otro punto de vista distinto del tema. Por mis circunstancias puedo hablar del caso en que una persona se ve sumergida en la ponzoñosa agua del maltrato psicológico hacía su pareja.

No intento discriminar si es o no es maltrato psicologico lo que fue o lo que pasó sino sencillamente explicar una circunstancia que se da en ocasiones y que permanece al margen de la opinión pública porque es más rentable ver como el profesor Jesús Neira hace lo que puede defiendo los derechos de la mujer emitiendo su parecer en prensa, radio y televisión o ver en televisión como ésta o áquella mujer a muerta de aquella forma tan horrible a manos de su expareja que tantas veces denunció y otras tantas perdonó. Solo quiero hablar de aquellas personas, que con la vergüenza tatuada en su alma, se dirigen a la administración publica, a la sanidad pública y admiten que han maltratado a su pareja y que necesitan ayuda. Para el común de los mortales es algo así como reconecer que se es alcohólico.

No voy a decir lo que una persona siente cuando es maltratada porque no soy quien para decirlo ya que no lo he sufrido, no me he documentado sobre ello ni he hablado largo y tendido con personas que lo hayan sufrido aunque no me importaría hablarlo con ellas puesto que nadie mejor que esas personas pueden contar que situaciones y acciones son las que les han hecho ese daño del que tienen que recuperarse.

Solo quiero decir que esos hombres y mujeres que un día hicieron daño a sus parejas, que llegado el momento tuvieron el coraje de buscar ayuda y seguir adelante para crecer como personas merecen tanto respeto como aquellas que han sufrido el daño. Quiza no sea el mismo daño el infligido a sus parejas pero el daño que se llega a sentir dentro de uno mismo pensando que le has hecho daño a tu pareja... ese daño no tiene comparación para aquellos que lo sufren de verdad.

Sentir la soledad cada mañana, cuando la luz del alba inunda tu alcoba y ver que estás solo... es un duro castigo. Pensar en aquellas cosas que hiciste mal, en los errores cometidos, sentir ganas de decirle una vez más que lo sientes y que esperas que alguna vez te perdone... es un duro castigo. Revivir en tu cabeza, cada palabra, cada acción, cada consecuencia de aquello que sucedió, llorar por ello, gritar el dolor que sientes en una ahogada y silenciosa soledad ... es un duro castigo.

Cuando por fin un día buscas esa ayuda en la sociedad te encuentras conque es más facil mandarle un email a Bin Laden que buscar ayuda psicologica para uno mismo... qué pasa, tendría que haberla matado para que alguien se diese cuenta de que necesitabamos ayuda los dos...

Todavía me acuerdo cuando una panda de gilipuertas mascachapas se rio de una ministra de igualdad que se le ocurrió crear una línea telefónica de ayuda a maltratadores.¿ Por qué hoy día nos parece tan normal un grupo de rehabilitación para extoxicomano o exacoholicos y, sin embargo, nos rasgamos las vestiduras cuando se trata de ayudar a personas que han cometido un error?

Son tan cortas nuestras entendederas que no llegamos a ver el alcance de dicha ayuda. Debemos estar volviendo a aquella epoca donde se mandaba a los leprosos a zonas apartadas de los nucleos de población o la creacion de nuevos cotolengos... Estas personas que solicitan ayuda deben tener la misma consideración que aquellas que quieren desengancharse de las drogas o el alcohol... a fin de cuentas es ser consciente del daño que haces y que te haces ybuscar una solución.

Cuando hablemos de violencia de genero, espero que la proxima vez pensemos que hay casos en los que, a quien llamamos verdugo, tambien es persona y que busca ayuda para poder seguir adelante en nuestra sociedad sin llevar el estigma de ser maltratador.



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